Se quedó mirándole fijamente, y después de meditarlo varios segundos, agarró todas sus fuerzas y dijo: NO, ya no vuelvo a caer, ya no soy aquella niña a la que nada más verte se le caía el mundo a los pies y cuidaba cada paso que dieras con todo detalle. Ya NO, y no es que no quiera, es que no puedo, mi orgullo es demasiado grande para poder tragármelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aunque no lo creas, lo que pienses ahora mismo significa mucho para mí. Compártelo conmigo :)