Que a veces me escapo un poco de este mundo y me voy al tuyo, al nuestro. Donde me imagino todo lo bueno que haríamos en una realidad paralela. Una realidad donde somos todo lo que quiero que seamos. Una extensión del otro, dos cuerpos que se funden. No dos, uno. Que no importa lo que pase mañana o dentro de una hora, no existe después.
Luego me despierto y no eres todo lo que quiero que seas. Ni somos uno. Y después, si existe. Después te vas.
Me encanta lo bonito de las casualidades que se convierten en historias mundanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aunque no lo creas, lo que pienses ahora mismo significa mucho para mí. Compártelo conmigo :)